6 nov 2007

Mis hijas




Con dos tesoros
mi corsario
cruzaba la mar
uno de perla y plata
otro de oro

Uno era un panal de miel
en la rojez de sus labios
y en su piel
la blancura de sal

Otra, un pedazo de sol
en sus cabellos lacios
y sus manos
éran gaviotas
Jugando
con las olas del mar
como un gigante piano
de alegres notas

Un día dos piratas
abordaron sus vidas
y con promesas
cual espadas
sin importarles
mis heridas
se llevaron mis amadas

Con mi corsario a la deriva
¡Busco venganza!
con bandera negra
y espíritu de tiburones
en estampidas
mis cañones golpean
sin bonanzas

Pero así es la vida
quedamos solo en la mar
con mi corsario y mi esposa
abrazados al palo mayor
¡Que ya no le crecen rosas!

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Papito, por querernos tanto..asi como tambien te queremos nosotras a vos.

 
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